COME CASA! AN EXPERIENCE OF INTERIOR SPACES
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Presentamos cinco espacios para ser experimentados a partir de una acción muy básica, comer pan. Hay algo en común entre el concepto de casa y el de pan, algo inconscientemente los vincula. Quizás la idea de cobijo y alimento que representan los convierte en algo que forma parte de nuestra esencia vital. Parece como si entre ambos se pudiera intercambiar atributos o adjetivos sin variar por ello su significado, al contrario, parece que se potencia. Por ejemplo un pan realizado con masa madre, suena a que de la misma masa deberían estar hechas las casas, o algo así, y quizás no es casualidad que un camino de migas de pan le asegurara el regreso a casa un buen día a dos hermanos. El título COME CASA! en forma imperativa intenta llamar a la acción al visitante para poder vivir la experiencia del espacio interior. Una acción básica -la de comer pan- casi primaria, para llegar a experiencias quizás más sofisticadas de lugar y modo. Es decir es importante dónde y cómo se come este pan. ¿Influye el entorno? ¿Y de qué forma? Esto es lo que experimentamos con este proyecto.
Planteamos la exposición a partir de la instalación de cinco estancias que recrean diferentes ambientes, donde sólo había una cosa igual en cada una de ellas: una hogaza de pan sobre un plato, de forma que se invita al visitante a probar dicho alimento.Cada estancia es recreada en el interior de un cubo, y representa un lugar donde se come. Al acceder a cada caja nos detectaba un sensor de movimiento que es el que accionaba la luz, el sonido, las proyecciones… según los casos. En cada estancia se instaló una pequeña cámara que grababa los movimientos y reacciones de los visitantes.

LAS CINCO ESTANCIAS/CUBO
1. Come pan y ponle precio. Quisimos probar cómo funciona nuestro pan en este sofisticado y elegante espacio, qué le quita o qué le añade la sobriedad de las lacas, la pureza del textil retroiluminado, o el mantel de lino blanco sobre el que se presentaba.
2. A propósito del efecto multiplicador. La identidad delante de un espejo distancia lo que refleja, pero sobretodo multiplica. La unidad (=individualidad, soledad…) frente a la multiplicidad, la experiencia de compartir… El espejo te traslada del comedor de tu casa al salón de bodas y banquetes, en este caso con un único menú a base de pan y peces.
3. Un vegetal sin huevo. Está demostrado que el entorno vegetal mitiga el stress ¿Pero hace falta que sea real o podemos imitar a la naturaleza obteniendo los mismos resultados?
4. Con colorantes y conservantes. En un humilde homenaje a James Turrell quisimos que el color inundara esta estancia, tratando de que fuera la luz la que diera forma al espacio.
5. Il cielo in una stanza. Esta era una estancia con aspecto austero, que rezumaba pobreza, en la que el mobiliario no existe y el pan se sitúa en el centro sobre su plato pero sobre el suelo. Aquí utilizamos un pavimento interactivo para jugar con los visitantes, al acceder a la estancia unas cuantas ratas que cubrían el suelo echaban a correr huidizas dejando bien a la vista el pan, que de nuevo nos provoca y nos pide ser comido. Entorno al pan comienzan a emerger cebollas del suelo y suena entonces la romántica canción de Nino Paoli, “Il cielo in una stanza”. A partir de ahí uno podía comer, o bailar, o… ambas cosas.