En este momento es como si nos estuviéramos midiendo con lo que nos rodea dentro del ámbito doméstico.

Hemos podido ver dónde sobra o falta luz o donde nos conviene ubicar ese espacio para teletrabajar, y la importancia de la silla para estos menesteres (hemos descubierto que no vale la de comer). Pero creo que el encanto de trabajar en casa es que puedas sentir que estás en casa, por lo que no soy muy partidaria de replicar un despacho convencional.

 

La expresión estar como en casa, sentirse como en casa, es sinónimo de confort, a lo mejor nos encanta hacerlo en la cocina, lo que hay que hacer es diseñar ya cada vivienda con esta idea, y dotarla de los medios necesarios.

 

En definitiva se trata de apostar por el confort ahora más que nunca. Esto incluye una buena comunicación tanto por medios digitales, internet, como espacialmente, recuperar m², reivindicar más espacio para todos desde las normativas. Quizás construir menos, pero con más cabeza, menos casas pero más espaciosas, y si hay poco espacio que sea más versátil, mediante paneles separadores desplazables por ejemplo, y apostando por una compartimentación menos dura en las zonas de uso más social, ej: cocina comedor salón, y por supuesto con posibilidad de intimidad cuando sea necesario.

 

Con esto no estoy diciendo nada nuevo, es lo que ya veníamos haciendo o intentando hacer, pero a veces los clientes no lo veían tan claro, ahora habrán tenido ocasión de experimentar, y quizás después del confinamiento entiendan mejor aquellas propuestas nuestras que parecían anticiparse al futuro.

 

¡NUESTRO OBJETIVO SIGUE SIENDO AYUDARTE A VIVIR MEJOR!

 

Foto: FANDI

Proyecto: El banquete de las palabras