Por todo ello nuestra propuesta se concreta en el diseño de una “multimesa” que permite a la gran mesa de reuniones que aparenta ser y que es (610 cm X 138 cm) descomponerse en otras de menor tamaño que dan servicio según la actividad que se vaya a realizar en cada momento. Ha sido diseñada con una geometría variable capáz de asumir diversas formas, con un sentido holístico, es decir cada parte funciona por si sola y en combinación con las demás constituye un todo integrador que proporciona armonía y serenidad al espacio, más allá de su función.

Esta fragmentación siempre queda expresada al hacer evidentes las uniones entre las diferentes piezas, incluso se produce un desplazamiento vertical de uno de los planos horizontales, lo que posibilita la iluminación de las superficies de trabajo próximas a este, aportando movimiento a la sala  compensando así la rigidez de la arquitectura de otra época.

¿El espacio define al objeto o viceversa, es el objeto o los objetos y su interrelación lo que puede llegar a definir un espacio al margen del de su perímetro que viene determinado por las paredes circundantes?

Es el espacio lo que contiene al objeto pero no lo que lo define, más bien al revés, son los objetos con su proporción y orden los que acaban definiendo al espacio y designando su uso.

Ahora bien no será lo mismo si alguna de esas paredes perimetrales es de vidrio transparente, como en este caso, hay una interrelación visual con otros espacios ajenos al lugar concreto que le otorga a este un carácter  de puesta en escena, que se potencia todavía más por la elevación que existe sobre el espacio contiguo. También los accesos determinan el uso del espacio, en este caso una sola puerta permite ser controlada más fácilmente a la hora de organizar el espacio con su equipamiento y sus circulaciones.