Esta cocina concebida dentro del diseño integral de vivienda urbana, está pensada para el uso de las dos personas que conviven en ella, madre e hija.

Este espacio está situado en la parte más luminosa de la vivienda,  integrado en la zona de estar, que vierte a un patio de manzana típico del ensanche valenciano.

La combinación sobria de colores, blanco niebla y gris visón le da un aire elegante y permite ser vista como parte del amueblamiento del salón. Los materiales utilizados son acero inoxidable, Silestone blanco y tablero estratificado acabado en los dos colores antes mencionados.