Es el soporte de una idea transmitida por la comisaria, Marisa Gallen, es el vehículo para que esta idea se entienda mejor.
Este proyecto no se entendería igual si hubiéramos expuesto solo los carteles, o si nos hubiéramos quedado únicamente con lo que leímos en internet, o con los procesos de trabajo gráfico, y tampoco si estos carteles los hubiéramos visto solo a través de la pantalla. De esta forma queríamos demostrar que la fisicidad de los objetos, o del arte, es insustituible, pero que al mismo tiempo es la otra cara de una misma moneda.
Por este motivo no se trataba de replicar lo que había estado ocurriendo en la red (eso ya lo vimos, y podemos volverlo a ver cuantas veces queramos), sino de mostrar algo nuevo, el resultado de un proceso particular de interpretación de los textos, y la idea de que lo on-line y lo off-line están más unidos de lo que parece, y que uno sin el otro no hubiera sido posible.
Cuando nos lo planteamos, durante el confinamiento, acabábamos de vivir esta experiencia de aceptación de lo digital como parte de la realidad a nivel personal, se trataba ahora de demostrar que en la cultura ocurre o va a ocurrir lo mismo, y que esto va a ser positivo, aunque a priori nos asuste.
Es como un pensamiento atado a una imagen, un pensamiento que deviene en imagen. Un entorno digital que se materializa, que se proyecta desde una ventana de texto en dos dimensiones hacia el espacio físico al adquirir la tercera dimensión (el cartel no queda plano colgado en la pared, sino que pone de relieve su materialidad mediante la estructura tridimensional que lo soporta y lo aleja de la pared, como tratando de acercarlo a las personas).
Hemos utilizado 50 focos de recorte para poder ajustar la luz a cada uno de los carteles evidenciando más su presencia. De esta forma conseguimos también que queden como flotando en el aire, para ello era necesario también hacer una caja negra pintando las paredes, junto con el revestimiento vinílico negro del pavimento. La luz de la parte superior, la de los textos, es más ligera, apenas una veladura que permita su lectura; el protagonismo tenía que ser para los carteles.
Jorge Lawerta / Marina Garcés
Lina Vila / Laura Casielles
Nueve / José Enrique de Ayala
Xavier Monsalvatje / Judith Butler
Democràcia / Slavoj Žižek
María Herreros / Michael J. Sandel
Laura Pérez / Joan Romero
Juárez Casanova / Seyla Benhabib
Ibán Ramón / José Ignacio Torreblanca
Sandra Figuerola / María Novo
Cento Yuste / Alberto Sanz Cobeña
Malota / Alicia Puleo
Boke Bazán / Jorge Riechmann
Mariscal / Jane Goodall
Patricia Bolinches / Adam Tooze
Paco Roca / Byung-Chul Han
Alejandro Benavent / Ethan Zuckerman
Cachete Jack / Celia Blanco
Carla Fuentes / John Gray
Milimbo / María Emilia Casas Baamonde
Menta / Yuval Nohah Harari
Clara Iris / Marta Peirano
Dídac Ballester / Juan Luis Arsuaga
Elías Taño / Naomi Klein
Virginia Lorente / Richard Florida
Sebastián Alós / Paul B. Preciado
Coté Escrivá / Santiago Alba Rico
Dani Nebot / Richard Sennett
MacDiego / Laura Morán
Paula Sanz / Valerie Steele
Yinsen / María Ángeles Durán
Marisa Piñana / Mónica G. Prieto
Lalalimola (Sandra Navarro) / Maite Larrauri
María Rodilla / Adela Cortina
Pepe Gimeno / Carolin Emcke
Joan Quirós / Eudald Carbonell
Locandia / Fernando Broncano
Paco Giménez / Edgar Morin
Fase Studio / Daniel Innerarity
Omega Tbs / Francisca Sauquillo
Dani Sanchis / Hartmut Rosa
María Gómez-Senent / Estrella Galán
Raúl Ferrís / Esteban Hernández
Ana Penyas / Yayo Herrero
Borja Bonaque / Noam Chomsky
Carlos Sánchez y Andrea Redondo / Yanis Varoufakis
Ana Criado / Mariana Mazzucato
Diego Mir / Juan Moscoso del Prad
Nuria Riaza / Franco “Bifo” Berardi
Escif / Ai Weiwei
