¿Nunca os habéis preguntado qué ocurre cuando a estos fenómenos de la moda les llegan las horas bajas? ¿Se quedan en la última percha del armario, se abandonan en el metro o en un bar cuando el calor empieza a apretar, se intercambian en dearmarioaarmario, o se los traga la tierra directamente?
En esta ocasión, para la terraza de Espai Altury hacemos un reciclaje conceptual, diseñando un conjunto de sofás de exterior que combina tres tonos de amarillo, y que se pueden apoyar unos en otros de diferentes maneras, por lo que los hemos denominado “sofás amigables”. Cada uno de estos conjuntos se completa con una sombrilla orientable de Pilma y una baliza de obra, que hace las veces de lámpara, con la particularidad de que ella misma cuando cae el sol se enciende para acompañar la velada, potenciando así los amarillos de los asientos. La mesa baja tiene la proporción adecuada para poder comer o cenar en los propios sofás. Como telón de fondo nada menos que la propia naturaleza, llena de campos de cultivo y pequeños montes de pino silvestre, tan propios de esta zona de Turís.
Amarillo, tónico y poderoso, urgente, luminoso, energético, revitalizante, como las mismas vacaciones de verano. Y es que cuando empieza a sobrar la chaqueta, se hacen necesarios los sofás al aire libre.
*Sofás amigables confeccionados con piel de Amancia, diseñados por Carmen Baselga_Taller de Proyectos para la terraza de Espai Altury
